Ministerio Juvenil ArchKCK

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Pedagogía de Dios: Principios metodológicos clave

Pedagogía de Dios: Principios metodológicos clave

Dr. William O'Leary

Una diversidad de métodos

  • La Iglesia, en la transmisión de la fe, no tiene un método particular ni un método único, sino que discierne los métodos contemporáneos a la luz de la pedagogía de Dios y utiliza con libertad «todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo que es bueno y puro, todo lo que se ama y se venera, todo lo que se considera virtuoso y digno de alabanza» (Flp 4).  
  • “La edad y el desarrollo intelectual de los cristianos, su grado de madurez eclesial y espiritual y otras muchas circunstancias personales exigen que la catequesis adopte métodos muy diversos para la consecución de su fin específico: la educación en la fe (CT 51)”.
  • “El método es valioso sólo en la medida en que conduce al objetivo definitivo de la catequesis: “poner a las personas en contacto/comunión con Jesucristo (cf. CT 5)”.
  • La única medida de su éxito puede ser la capacidad de un catequista para permitir que el Espíritu Santo haga esto, no la cantidad de información que los que están siendo catequizados han retenido con éxito.

Metodología/Presentación de la Fe 

  1. Estar al servicio del contenido de la Revelación

    1. “Una técnica tiene valor en la catequesis sólo en la medida en que sirve a la fe que se quiere transmitir y aprender; de lo contrario, no tiene ningún valor.” (CT ​​58)
    2. El principio de “fidelidad a Dios y fidelidad al hombre” lleva a evitar toda oposición, separación artificial o presunta neutralidad entre método y contenido. Afirma, más bien, su necesaria correlación e interacción. El catequista reconoce que el método está al servicio de la revelación y de la conversión (Cf. CT 52) y que, por tanto, es necesario hacer uso de él. El catequista sabe que el contenido de la catequesis no puede someterse indiferentemente a cualquier método. Requiere un proceso de transmisión adecuado a la naturaleza del mensaje, a sus fuentes y al lenguaje, a las circunstancias concretas de las comunidades eclesiales, así como a las circunstancias particulares de los fieles a los que se dirige la catequesis… Un buen método catequético es garantía de fidelidad al contenido (DGC 149).
  2. Estar al servicio de la Conversión de la Persona.

    1. “La fe cristiana es, ante todo, conversión a Jesucristo” (NDC p. 48). 
    2. Toda la vida cristiana es una cuestión de conversión. No hay otro objetivo más fundamental en la catequesis que la conversión de la mente y del corazón a la persona de Jesucristo.  
  3. Priorizar el Primaria de la Gracia (Agraciado)

    1. Afirma constantemente que la iniciativa de Dios es primera, la gracia de Dios llega primero para atraer al hombre hacia Sí.    

      1. Ejemplo #1:Al enseñar sobre por qué existimos, afirme la verdad de que Dios nos creó por amor.  
      2. Ejemplo #2:Si estás enseñando sobre María, la Madre de Dios habla de cómo el Espíritu Santo la cubrió con su sombra y fue la iniciativa de Dios para ella y Él le pidió que respondiera, lo cual ella hizo con un rotundo “Sí”, “Hágase en mí según tu palabra”.
      3. Ejemplo #3:Si estamos hablando del Año Litúrgico, es importante hablar de cómo a lo largo del año recordamos la Obra de Dios y todo lo que Él ha hecho para salvarnos y guiarnos a la salvación: su gracia es lo primero. 

*La idea aquí es que no somos nosotros los que decidimos primero seguir a Dios, sino que siempre es Dios quien se acerca a nosotros primero. Su amor y su gracia son lo primero.  

  1. Sea holístico

    1. Las lecciones y presentaciones deben diseñarse y planificarse de tal manera que los cuatro aspectos de la fe (doctrina, sacramentos, moral y oración) se integren en ellas, de modo que las cuatro dimensiones de la vida cristiana se nutran continuamente. La fe debe ser profesada, celebrada, vivida y orada. Es importante que la fe no esté compartimentada.
      1. Ejemplo n.° 1: Cuando se enseña sobre la toma de decisiones morales, estas no están separadas de lo que creemos (la profesión de fe), ni de la oración ni de la vida de gracia que recibimos en los sacramentos. Están interconectadas. Nuestra vida de oración nos ayuda a tomar decisiones morales. Nuestras decisiones deben basarse en nuestra creencia en Dios, quien nos creó, se nos revela y tiene un plan para nosotros. Para tomar la decisión correcta en nuestras vidas, necesitamos la gracia de Dios que recibimos en el Bautismo, así como la gracia que recibimos en la Eucaristía y el sacramento de la Reconciliación.  
      2. Ejemplo #2: Si se enseña sobre el Padrenuestro, es importante tener en cuenta que Jesús enseñó el Padrenuestro, que es un resumen del Evangelio. Las peticiones del Padrenuestro son todas afirmaciones sobre lo que creemos como seguidores de Cristo (que Dios es un Padre amoroso, que hay un cielo, que Dios es santo, que podemos pedirle a Dios su presencia en nuestras vidas, que podemos buscar a Dios para que nos perdone como estamos llamados a perdonar a los demás, que podemos pedirle a Dios el pan de cada día (alimento/nutrición/fuerza espiritual), que en este mundo hay tentaciones de pecar y queremos su ayuda para vivir nuestra vida en Cristo y no ser llevados a la tentación y queremos ser liberados del mal (esto supone el pecado en el mundo). Necesitamos la gracia de Dios (que él nos provee en los sacramentos y en la liturgia eucarística). 
      3. Ejemplo #3: Al enseñar sobre el sacramento del matrimonio, es importante reconocer que los votos que se hacen en el matrimonio son sagrados y que, cuando se hacen en una iglesia católica o con la presencia de un sacerdote o diácono católico, otorgan gracias sobrenaturales a la pareja. La pareja católica está llamada a vivir de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia y a renovarse y fortalecerse siempre a través de una vida sacramental guiada por el deseo de vivir una vida en Cristo. La oración también es una dimensión importante del matrimonio que debe fomentarse a nivel personal y como pareja.   
  2. ser organico

    1. La naturaleza orgánica de la catequesis nos muestra que no estamos llamados a enseñar meros conceptos o hechos, sino la vida de Jesucristo, una persona viva que respira, que ilumina todo lo que conocemos y creemos: Su persona, Sus características, Sus acciones, Sus gestos y Sus palabras. Existe una interconexión entre las doctrinas de la fe y la persona de Cristo. Al contar la historia de una manera que comunique, es como nos encontramos con la persona de Jesucristo de quien estamos hablando y no solo conocemos cosas sobre Él. Esta característica tiene similitudes con la característica de ser “holístico”.  
      1. Ejemplo n.° 1: La razón por la que creemos en celebrar la misa de la manera en que lo hacemos en lugar de hacerlo como lo hace una iglesia bíblica es que creemos que Jesús continuó con el culto ritual que provenía de su herencia judía y el énfasis esencial en rendir culto a Dios mediante el sacrificio. Por lo tanto, la misa no es solo una sesión de “alabanza y prédica”, sino que imita la forma en que Cristo estableció la verdadera adoración a Dios; esto muestra la naturaleza orgánica de nuestro culto (fue un crecimiento orgánico, no algo completamente diferente).  
      2. Ejemplo #2: Creemos en la Resurrección – esta verdad es una de las verdades más importantes de nuestra fe que se filtra a través de todas nuestras creencias católicas – La Misa es un sacrificio (para que podamos adorar apropiadamente a Dios); también es una comida sagrada donde nos reunimos con otros creyentes para celebrar, renovarnos, crecer y entregarle nuestras vidas a Dios – todo esto es posible porque Jesús vino y destruyó la muerte a través de Su resurrección que profesamos en cada Misa.  
      3. Ejemplo #3: Creemos en una Iglesia Santa, Católica y Apostólica. Están conectados con Jesús porque Él estableció la Iglesia (ver Mt. 16). Creemos que Jesús vino a unirnos al Padre que es la santidad misma. La Iglesia es universal no sólo porque la Misa es la misma en todas partes del mundo sino también porque Cristo vino a reunir a todos los que estaban dispersos y divididos por el pecado e invitarnos a la comunión con Dios. La Iglesia es apostólica porque las enseñanzas de Jesús deben ser salvaguardadas y transmitidas a todas las generaciones que los sucesores de los apóstoles continúan.  
  3. Ser personal

    1. Una catequesis debe ser más que un mero hecho o una información sólida. Debe ser personal para las personas que la reciben. La realidad de Cristo y su vida exige que tenga un impacto personal en el discípulo. Debe ser personal por naturaleza debido al encuentro, la experiencia y el conocimiento personal del catequesis con Jesucristo y lo que Él ha hecho, está haciendo y promete. Nuestra catequesis necesita ser personal. Los demás necesitan ver cómo las verdades de la fe son vistas como algo personal para ellos y sus vidas.   
      1. Ejemplo n.° 1: Cuando se enseña acerca de la crucifixión de Jesús, es importante hablar de ella de una manera que comunique que, incluso si fuéramos la única persona que necesitaba ser salvada, Él habría tomado la cruz y muerto en ella por nosotros. Queremos hablar de cómo Jesús tenía a cada uno de nosotros en mente cuando entregó libremente su vida en la cruz. Murió por nosotros para que pudiéramos tener vida con Dios eternamente.  
      2. Ejemplo n.° 2: Si estás hablando de las obras de misericordia, que son una respuesta al llamado a amar a nuestro prójimo, Dios es firme en su misericordia hacia nosotros y estamos llamados a reflejar esa misericordia hacia los demás. Dios te invita personalmente a ti y a mí a servir de esta manera. El amor hace esas cosas y es el amor de Jesús el que es la fuente de nuestra inspiración.  
      3. Ejemplo #3: Cuando hablamos de la Liturgia y de cómo el pan y el vino se convierten en el cuerpo y la sangre de Jesús en la Misa, podemos mostrar cómo esto es personal porque Jesús quería estar siempre contigo y conmigo. Lo hace al decirle a su discípulo: “Hagan esto en memoria mía”, que es su manera personal e íntima de estar con nosotros. Es su misma presencia la que se hace presente en la Misa y su misma presencia la que está en el Sagrario donde podemos venir y estar con Jesús.  
  4. Be True 

    1. Lo que vosotros proclamáis es en realidad verdadero y digno de asentimiento. San Juan Pablo II decía: «El cristocentrismo en la catequesis significa también la intención de transmitir no la propia enseñanza o la de otro maestro, sino la enseñanza de Jesucristo, la Verdad que Él comunica o, para decirlo más exactamente, la Verdad que Él es. Por tanto, debemos decir que en la catequesis es Cristo, el Verbo encarnado e Hijo de Dios, quien es enseñado –todo lo demás se enseña con referencia a Él– y es sólo Cristo quien enseña –todos los demás enseñan en la medida en que son portavoces de Cristo, permitiendo a Cristo enseñar con sus labios.

      Cualquiera que sea el nivel de su responsabilidad en la Iglesia, todo catequista debe esforzarse constantemente en transmitir con su enseñanza y su comportamiento la enseñanza y la vida de Jesús. No tratará de mantener dirigida hacia sí mismo y sus opiniones y actitudes personales la atención y el consentimiento de la mente y del corazón de la persona a la que está catequizando. Sobre todo, no tratará de inculcar sus opiniones y opciones personales como si expresaran la enseñanza de Cristo y las lecciones de su vida.

      Todo catequista debería saber aplicar a sí mismo las misteriosas palabras de Jesús: «Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió» (13). San Pablo lo hizo cuando se trataba de una cuestión de primera importancia: «Yo recibí del Señor lo que os he transmitido» (14). ¡Qué estudio asiduo de la Palabra de Dios transmitida por el magisterio de la Iglesia, qué familiaridad profunda con Cristo y con el Padre, qué espíritu de oración, qué desprendimiento de sí mismo debe tener un catequista para poder decir: «Mi doctrina no es mía» (CT 6)

      1. Ejemplo #1: La Comunión de los Santos… No adoramos estatuas ni consideramos a los santos como más importantes que Dios, pero creemos que ellos están en el cielo con Dios que es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Ellos vivieron una vida en imitación de Jesús a tal grado que son modelos y testigos dignos de cómo vivir nuestra fe. Ellos pueden ayudar a orar (interceder) por nosotros y llevar nuestras oraciones a Dios porque ellos están con Dios. La realidad de los Santos es verdadera y digna de nuestra creencia.
      2. Ejemplo #2: La presencia real de Jesús. Jesús está real y verdaderamente presente en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad en la Sagrada Eucaristía, en la Sagrada Comunión. Creemos que lo que dijo Jesús es verdad aunque no podamos ver el cambio que se produce. Se requiere un asentimiento de fe para creer.  
      3. Ejemplo #3: La Encarnación. El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros (Juan 1:1). Dios se hizo hombre, tomó forma humana y fue plenamente humano y plenamente divino en la persona de Jesucristo. Esto es algo que nos deja atónitos porque Dios es el creador de todo el universo y es omnisciente, todopoderoso y asumió nuestra naturaleza humana para sufrir con nosotros y salvarnos. Esta verdad fue absolutamente asombrosa para la gente hace 2,000 años y todavía hoy estamos asombrados por lo que Dios hizo para salvarnos del pecado y de la muerte.    
  5. Ser atractivo

    1. La catequesis que proclama la maravilla del mensaje evangélico es atractiva. La razón por la que los Apóstoles ganaron tantos seguidores para “El Camino” es porque era sumamente atractivo y convincente.  
    2. “Se levantó, tomó su camilla y se fue a la vista de todos. Todos quedaron atónitos y glorificaban a Dios, diciendo: «Jamás hemos visto cosa semejante»” (Marcos 2:12).           
    3. “Al ver el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin instrucción y del vulgo, se maravillaron y los reconocieron como compañeros de Jesús.” – Hechos 4:13 
      1. Ejemplo #1: Cuando hables de los mandamientos, hazlo atractivo compartiendo la alegría y la libertad que se siente cuando uno hace lo que Dios ha ordenado en comparación con lo que Dios prohíbe. Muestra a través de tu testimonio y tu alegría que vivir los mandamientos te trae paz, alegría y ayuda a darle propósito a tu vida.  
      2. Ejemplo #2: La Misa es aburrida… Hable acerca de las cosas asombrosas que suceden en la Misa y que la hacen tan especial… el hecho de que Dios nos habla en cada Misa a través de las lecturas de las Escrituras, la realidad de que estamos invitados a traer nuestro sacrificio/nuestras necesidades y colocarlas (espiritualmente) sobre el altar para que cuando el sacerdote ofrezca el pan y el vino que se convierten en Su cuerpo y sangre, nuestro sacrificio/oraciones/necesidades también se ofrezcan al Padre. El milagro de que el pan y el vino se transformen en el cuerpo y la sangre de Cristo es asombroso (pero requiere fe porque no hay fuegos artificiales cuando ocurre el cambio). El recibir a Dios en nuestro propio ser es otra forma en la que puede dar testimonio de algo increíble que sucede en la Misa. Además, al final de la Misa se nos envía a vivir a quienes hemos recibido y las “órdenes de marcha”. Se nos da una orden para hacer algo tan importante para Dios. Todas estas son formas en las que puede ilustrar cuán importante y maravillosa es la Santa Misa y, a través de su testimonio y su alegría, revela el atractivo de todo ello.  
      3. Ejemplo n.° 3: Los santos… Sus vidas son muy inspiradoras. Amaban a Dios y deseaban seguir sus pasos y estaban dispuestos a hacer cosas increíbles, todo porque creían en Dios, que los amaba tanto y los llamaba a imitarlo. Las vidas de los santos dan testimonio de su deseo de amar a Dios con toda su mente, corazón y alma.    
  6. Sea intencional

    1. La educación en la fe no es algo aleatorio ni sin dirección, sino que se catequiza con un propósito y una intención. La catequesis debe ser intencional y con un propósito, o de lo contrario carece del poder que realmente tiene para obligar a quienes la escuchan.
      1. Ejemplo #1: La enseñanza acerca del Espíritu Santo debe tener como propósito que uno conozca y tenga la sensación de que Él es importante para su vida. El Espíritu Santo nos ayuda a guiarnos y santificarnos. El Espíritu Santo nos impulsa, nos jala, nos susurra, nos da un empujoncito para que vivamos la voluntad de Dios en nuestras vidas y acciones diarias (por ejemplo, cuando oras y hablas con Dios, es el Espíritu Santo quien te inspiró primero a pensar y tener el deseo de hablar con Dios o cuando tomas una decisión importante es el Espíritu Santo quien te ayuda a tomar esa decisión o cuando sientes culpa después de hacer algo que no debiste haber hecho, es el Espíritu Santo quien le habla a tu conciencia). 
      2. Ejemplo #2: Cuando enseñes acerca del pecado venial y mortal, hazlo con el propósito de ayudar a quienes estás catequizando a saber que necesitan estar en estado de gracia para recibir a Jesús en la Eucaristía. Estar en estado de gracia significa que la gracia que recibiste en tu Bautismo no se ha perdido a causa del pecado. Cuando pecamos gravemente perdemos esa gracia santificante que recibimos en el Bautismo. Para tenerla restaurada debemos reconciliarnos con Dios en el Sacramento de la Reconciliación. Estar en estado de gracia es un requisito para recibir a Jesús en la Sagrada Comunión. Por lo tanto, no estás enseñando acerca del pecado “porque sí”, sino que estás ayudando a quienes estás enseñando a ver que es importante proteger la vida de gracia que se nos ha dado gratuitamente.
      3. Ejemplo #3: Purgatorio – Creemos que al final de nuestras vidas es posible que necesitemos purificarnos más completamente no yendo directamente al cielo sino al Purgatorio. Purifica los pecados “temporales” que cometimos en la tierra. Incluso si nos confesáramos a lo largo de nuestras vidas, hay efectos de todos nuestros pecados que aún pueden necesitar ser purificados completamente antes de que podamos ver a Dios cara a cara en el Cielo. El Purgatorio no es una táctica de miedo, sino una realidad de la que debemos ser conscientes para 1) poder hacer penitencia y sacrificios mientras estamos en la tierra para limitar nuestro tiempo en el purgatorio y prepararnos para el Cielo y 2) orar por las almas que están en el purgatorio. Nuestras oraciones tienen un efecto en el tiempo que las almas pasan en el purgatorio y estamos llamados a orar por los fieles difuntos.  
  7. Ser fiel

    1. La catequesis es fiel en su anuncio de todo el mensaje evangélico. Algunos creen que el Evangelio social que proclama la justicia hacia el prójimo es el más importante, o que el amor es más importante que la verdad, o que la verdad es más importante que el amor. La catequesis debe ser fiel a Jesucristo, que es el camino del amor, la verdad del mensaje evangélico y la vida vivida en Él y a través de Él.   
      1. Ejemplo #1: Cuando se enseña sobre la recepción de la Comunión, es importante comunicar que no es para todos los que son “buenas personas” recibir a Jesús en la Sagrada Comunión porque significa algo recibir la Sagrada Comunión. Uno necesita creer lo que creen los católicos para recibir la Sagrada Comunión (no solo acerca de la Presencia Real, sino también la Fe que profesamos en el Credo. La Eucaristía es un signo de nuestra unidad y creencia como católicos. Y uno necesita estar siempre “bien dispuesto” cuando se acerca a Jesús en la Sagrada Comunión (no en un estado de pecado mortal, no en un matrimonio irregular, no habiendo llegado a ser un miembro plenamente iniciado de la Iglesia Católica, etc.). 
      2. Ejemplo #2: Cuando se enseñan temas de moralidad, no se debe eludir lo que creemos (la edad apropiada es una consideración importante). Se debe comunicar la enseñanza de la Iglesia sobre la anticoncepción, el sexo antes del matrimonio, la cohabitación, el control de la natalidad, la homosexualidad, los cambios de sexo, etc. Las opiniones personales sobre las verdades de la Fe/enseñanza de la Iglesia no tienen lugar en la catequesis de niños o adultos. “En la catequesis “se enseña a Cristo, el Verbo encarnado e Hijo de Dios,… —todo lo demás se enseña con referencia a él— y es solo Cristo quien enseña —cualquier otro enseña en la medida en que es portavoz de Cristo, permitiendo a Cristo enseñar con sus labios… Todo catequista debe poder aplicarse a sí mismo las misteriosas palabras de Jesús: ‘Mi enseñanza no es mía, sino de Aquel que me envió’” (CIC 427).    
      3. Ejemplo #3: Tenemos la obligación de alimentar a los pobres y ayudarlos. “Ante un mundo de hoy en el que tantos hombres padecen necesidad, el Concilio pide a los individuos y a los gobiernos que recuerden la palabra de los Padres: “Dad de comer a los que mueren de hambre, porque si no los alimentáis los matáis”, y los exhorta a ayudar a los demás, según sus posibilidades de compartir y disponer de sus bienes, sobre todo dándoles ayudas que les permitan ayudarse y desarrollarse a sí mismos.” (Concilio Vaticano II, La Iglesia en el mundo contemporáneo [GS], núm. 69).    
  8. Ser evangelizador

    1. En nuestra catequesis debemos proclamar el mensaje del Evangelio. Debemos dar un anuncio de la buena nueva de Jesucristo. Lo que se necesita hoy es una catequesis evangelizadora. No importa el tema, debe haber una dimensión evangelizadora en nuestra catequesis. El Papa Francisco dijo en Evangeli Gaudium: 

      También en la catequesis hemos redescubierto el papel fundamental del primer anuncio o kerigma, que debe ser el centro de toda actividad evangelizadora y de todo esfuerzo de renovación de la Iglesia. #164 

      “Toda formación cristiana consiste en profundizar en el kerygma, que se refleja e ilumina constantemente en la acción de la catequesis, para comprender mejor el significado de cada tema que ésta trata. Es el mensaje capaz de responder al deseo de infinito que habita en todo corazón humano.” #165
      1. Ejemplo n.° 1: Una virtud es una disposición habitual y firme a hacer el bien. Jesús dijo: “Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto” (Mt 5). Hemos sido creados con un propósito: estar en una relación con Dios, y vivir la virtud nos permite vivir en esa amistad con Dios.
      2. Ejemplo #2: Cuando se habla del pecado y de cómo nos separa de nuestro propósito original (la unión con Dios). El pecado hirió y distorsionó esa armonía y relación para la que habíamos sido creados. Cristo vino a la tierra para unirnos nuevamente a la unión con Dios y permitir una relación renovada con Dios. Cristo nos llama a vivir en la libertad de ser hija o hijo de Dios. 
      3. Ejemplo #3: Los Sacramentos… “Lo que Cristo hizo mientras estuvo en la tierra ahora se transmite a los Sacramentos.” (Papa San León). Somos hijos de Dios y nuevas creaciones en Cristo y se nos ha dado la capacidad a través de nuestro bautismo de vivir en la libertad de la vida de Dios. Los sacramentos nos otorgan la vida de Dios (la gracia de Dios) y a través de la gracia dada en los sacramentos podemos vivir más plenamente esa vida en Dios. Sin la gracia no podemos vivir en Cristo. La gracia de los sacramentos nos permite vivir como hijos de Dios. La separación de los sacramentos nos impide vivir esa vida.  
  9. Sea escritural

    1. La catequesis debe basarse en la Sagrada Escritura. La Escritura debe ser una “fuerza motriz” en la proclamación de la Buena Nueva. Cuanto más “empapado” esté un discípulo de Cristo en las Escrituras, más eficaz será su catequesis.
      1. Ejemplo n.° 1: Todos los temas que enseñamos deben tener una base bíblica. Si el tema es la Eucaristía, utilice Juan 6; cualquiera de los relatos de la Última Cena, la alimentación de los 5000 o el camino a Emaús en su oración de apertura o al comienzo de su proclamación.     
      2. Ejemplo n.° 2: Examen de conciencia… Si bien las Escrituras no contienen la frase examen de conciencia, uno puede basar su lección en las Escrituras. Algunos ejemplos:

        Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; conforme a tu multitud de piedad, borra mis rebeliones. Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado. Porque yo reconozco mis rebeliones, y mi pecado está siempre delante de mí. Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo ante tus ojos, por lo cual eres justo en tu sentencia, y sin culpa en tu juicio. He aquí, en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre. He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo; enséñame, pues, sabiduría en lo secreto. Purifícame con hisopo, y seré limpio; lávame, y seré más blanco que la nieve. Lléname de gozo y de alegría; alégrense los huesos que has quebrantado. Esconde tu rostro de mis pecados, y borra todas mis maldades. Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí.” Salmo 51:1-10

        Or

        Así que tengan cuidado. “Si tu hermano o hermana peca contra ti, repréndelo; y si se arrepiente, perdónalo.” – Lucas 17:3

        Or

        “Por tanto, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio…” – Hechos 3:19
      3. Ejemplo n.° 3: Oración... Hay muchos versículos bíblicos sobre la oración, pero también tenga en cuenta que desea utilizar las Escrituras para ilustrar y ayudar a su audiencia a reflexionar sobre los caminos de Dios. Por lo tanto, considere utilizar una parábola como un instrumento de oración y reflexión (lectio divina).
  10. Sé litúrgico

    1. «La liturgia es la cumbre a la que tiende la acción de la Iglesia y también la fuente de la que mana toda su fuerza» (Sacrosanctum Concilium, 10). Nuestra catequesis debe brotar de la liturgia y conducirnos a ella.
      1. Ejemplo nº 1: Cruzar el Mar Rojo. ¿Sabías que el hecho de que los israelitas cruzaran el Mar Rojo es una prefiguración del Bautismo? Descendieron a las aguas divididas y se levantaron hacia la libertad al otro lado guiados por una columna de nube durante el día y una columna de fuego durante la noche. En el Bautismo hay una muerte al pecado cuando uno se sumerge en el agua (o el agua se vierte sobre la persona) y un resurgimiento a una nueva vida (al salir del agua). Somos lavados del pecado original y se nos da una vestimenta blanca que comunica que hemos sido revestidos con Cristo y se nos da una vela que se encendió con el cirio pascual que afirma que hemos recibido la luz de Cristo que simboliza la llama de la fe que ahora se nos ha otorgado. El evento en las Escrituras nos señala algo litúrgico: el Rito del Bautismo.   
      2. Ejemplo #2: ¿En qué sentido es litúrgica la Anunciación del Ángel a María? Podemos relacionarla con la liturgia eucarística porque en la Anunciación el Ángel le dijo a María que el Espíritu Santo descendería sobre ella y que Jesús entraría en su vientre. En la Misa invocamos al Espíritu Santo (en la epíclesis) para que haga que los dones del pan y el vino se conviertan en el cuerpo y la sangre de Jesucristo.  
      3. Ejemplo #3: La Segunda Venida. Dios juzgará a los vivos y a los muertos. En la Misa profesamos el Credo Niceno que proclama cómo afrontaremos el tiempo del juicio: “Él vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos”. Y en la Aclamación Memorial decimos: “Proclamamos tu muerte, Señor, y profesamos tu resurrección hasta que vengas de nuevo”. 
  11. Sea orante

    1. Cuando catequizamos, nos comunicamos desde un lugar de fe y creencia. Sólo una catequesis arraigada en la oración y que fluya de una vida de oración puede dar fruto. Nuestra preparación debe surgir de una vida arraigada en la oración, así como nuestra catequesis debe comenzar y terminar con la oración. Además, la catequesis debe llevar a los creyentes al deseo de orar.    
      1. Ejemplo #1: Es valioso distinguir una sesión catequética de una mera reunión de personas comenzando y terminando con una oración.  
      2. Ejemplo n.° 2: Lleve a su clase a la iglesia para orar unos minutos. La clase no solo debe tratarse de enseñar acerca de Jesús, sino también de brindar momentos de encuentro con Jesús.   
      3. Ejemplo #3: El catequista necesita ser una persona de oración y fomentar una vida espiritual para poder ser más plenamente un instrumento de Cristo.
  12. Sea invitacional

    1. La catequesis consiste siempre en invitar a las personas a creer y a responder con fe al mensaje del Evangelio. Es siempre una invitación. Su naturaleza misma es tender la mano e invitar a las personas a escuchar la Buena Nueva, a recibirla, a encontrar la paz que sobrepasa todo entendimiento para poder dar una respuesta a lo que han recibido.    
      1. Ejemplo n.° 1: estás invitando a quienes estás catequizando a una relación con Cristo y a una respuesta a la proclamación dada durante tu sesión. La catequesis es una invitación constante a algo y a creer en alguien: Cristo.  
      2. Ejemplo #2: Invita a quienes estás catequizando a la oración, al asombro, a la alegría, a seguir a Jesús, a alabar y adorar a Cristo, a amar a los demás, a buscar los caminos de Dios, a lo que Dios les pide. Hay múltiples maneras de ofrecer momentos de invitación y fomentar una cultura de invitación.
      3. Ejemplo #3: En cada tema que se presenta, el catequista siempre está invitando a uno a entrar en ese misterio y responder a él. Las doctrinas de fe no son sólo verdades que se deben creer, sino que son verdades que transforman la forma de vivir. Si estás hablando del cielo, estás invitando a caminar en los pasos de Cristo y desear el Cielo como nuestro verdadero hogar para el cual hemos sido creados. Si estás hablando de la Inmaculada Concepción, estás invitando a tu audiencia a conocer la obra redentora de Dios en María en el momento de su concepción y su modelo de entrega a la voluntad de Dios de manera perfecta.  
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