El cuidado temporal es una oportunidad para que todos oremos y apoyemos a los niños vulnerables y a los cuidadores que los atienden desinteresadamente. Si no se le ha llamado a ser cuidador temporal, considere las siguientes formas de ayudar.
"Para ser verdaderamente pro vida, también debemos asegurarnos de que cada niño tenga un entorno en el que pueda prosperar".
+ Arzobispo Joseph Naumann
1. Apoyar a los adolescentes que han superado la edad límite
“Ransom the Captive”: La transición a la adultez temprana puede ser un desafío incluso con una familia o un sistema de apoyo fuerte. Imagínese tratar de hacer esto con éxito y de manera segura después de haber estado bajo el cuidado del estado y sin la ayuda de una familia cariñosa y responsable. Los resultados pueden ser desalentadores. Puede ayudar asesorando a los adultos jóvenes que están saliendo del sistema de acogida y entrando a la adultez.
Las donaciones al Ministerio de Cuidado Temporal Arquidiocesano apoyan directamente programas e iniciativas vitales destinadas a ayudar a los niños y familias de crianza dentro de nuestras comunidades locales.